Al conectar nuestros equipos a internet se establece un gran número de conexiones, entrantes y salientes, destinadas a intercambiar información con el resto del mundo.
Por ejemplo, al ejecutar un programa de mensajería instantánea, se informa a todos los contactos que nos hemos conectado y que estamos disponible para conversar y, además, recibimos información acerca del estado de cada contacto. Este funcionamiento es el habitual y no entraña peligro alguno, pero ¿Qué sucede si hemos sido infectados por algún tipo de málware o estamos ejecutando una aplicación que lleva oculta segunda intenciones? Lo más probable es que la información que transmitimos y recibamos no sea de nuestro agrado. Para poner un poco de orden a las comunicaciones entrantes y salientes tenemos a nuestra disposición los Firewal también llamados cortafuegos.